El Txori-toki, un rincón especial para mi.Cuando era niño iba a menudo con mi tío Ipe a la finca de Iza, donde él hacía labores de jardinería, y yo alucinaba viendo colgadas las cabezas de ciervos o jabalís, me daba volatines en las alfombras persas, observaba atónito la capilla interior de la 2ª planta del chalet o me reía viendo las habitaciones de los perros chiwawua de la Señora Mariví.
Las primeras palabras en Euskera me las enseñó Ipe, que había trabajado en chalets de gente importante en Bilbao y Portugalete, familias euskaldunes de las que había aprendido palabras y dichos que me trasmitía con interés y precaución.
A este lugar, Ipe le llamaba
Txoritxoki y yo no sabía lo que significaba, pero dentro, en invierno, siempre se metían los pájaros a protegerse de las inclemencias del tiempo, y en primavera se podían encontrar muchos nidos en su interior, tanto en las macetas que colgaban como en las viguetas de madera de su techumbre.
Debajo estaba la carbonería y cerca había un árbol muy curioso que se llama "Árbol del Amor", con hojas en forma de corazón y flores rosas.
Por toda la zona, como en el resto de la finca, había un laberinto de caminos de cemento, de poco más de 1 m de ancho, para andar, por los que yo solía bajar en goitibera y romperme algún que otro pantalón.
Cuando, años más tarde, estudié Euskera, comprendía que yo entendia
txoritxoki, pero que lo que Ipe me quería decir para llamar a aquel lugar era
Txoritoki (lugar de pájaros).
Olas golpeando en Peñas PrimerasEl arrantzale de La BiseraYa , ya lo sé, nadie de vosotr@s conocía al vecino más antiguo de La Playa.
Humillación a la costaDefinen a Zierbena como un pueblo costero, pero su costa (la poca que aún queda) está sepultada bajo miles de toneladas de cantos rodados artificiales y sobre estos yacen troncos, redes y chapapote.
El caballo blanco y las aliagas amarillas en El PeñónEntre abril y mayo, los montes de la zona se tiñen del color amarillo de las flores de las aliagas.
Plumero de la Pampa, ¡lamentable!Una de las especies más invasoras del planeta, el Plumero de la Pampa, adorna la rotonda central del parking bajo de Moreo.
La antigua báscula de la antigua fábrica de algas.Para los algueros, llegar al momento del pesaje de las algas era algo esperanzador, empezabas a calcular cuántos kilos podías tener, cuánto dinero podrías sacar... no lo quiero olvidar.