Author Topic: Cuando las palabras parecen más bellas que el silencio  (Read 10737 times)

buba

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Re: Cuando las palabras parecen más bellas que el silencio
« Reply #60 on: March 12, 2009, 17:28:58 PM »

"No es la riqueza, ni los ancestros; sino una conducta honorable la que hace grandes a las personas" -Anónimo-


"Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero" - William Shakespeare-
 

Rober

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Re: Cuando las palabras parecen más bellas que el silencio
« Reply #61 on: March 30, 2009, 20:09:30 PM »
""Manolillo coge varas de fresno del monte y talla las raíces, les da vida. Igual que las palabras, las saca del monte; junta unas con otras como si fuera una manada de palabras salvajes y luego las doma para que se acostumbren a estar juntas.

Un día robé una vara en la que había tallado la cabeza de un ciervo. Igual que las palabras. Le he robado montones de palabras desde que le conozco. Muchas veces me ha dicho que le devuelva el ciervo, pero el ciervo se ha acostumbrado a estar conmigo y no se lo pienso devolver.

Hoy me ha llamado. De vez en cuando me llama, me recita algo o me cuenta un chiste y hablamos un rato. Me gusta que me llame. Hoy me ha llamado y no sé qué quiere de mi. No sé si quiere que explique sus palabras con mis palabras, y eso yo no puedo hacerlo. Puede ser que quiera que cuente por qué me gustan sus poemas, y eso tampoco puedo hacerlo. Podría contar cómo nos conocimos en un concierto o cómo, una noche, quisimos mover la iglesia de su pueblo a guitarrazos, o el día que después de oírle recitar, rompí el carné de identidad y el de conducir -o los tiré a la lumbre- para ser más libre y no tener mi nombre. O algo así, no me acuerdo muy bien. Aunque quizás todo eso es mejor dejarlo estar.

Creo que lo único que puedo hacer es devolverle unas palabras que me escribió en un trozo de cartón. Llevábamos bastante tiempo sin vernos y tampoco recuerdo mucho de aquella noche; al día siguiente, tenía en el bolsillo el poema que había escrito nada más verme. Siempre que he estado con él he sabido y he sentido más de lo que sabía y sentía antes de verle: siempre me he encontrado, los días siguientes, palabras en los bolsillos de mi cabeza.

Gracias por volver como eres.
Gracias por la inmensa sonrisa de tus cansados ojos.
Gracias por poner a los míos con un poco más de luz.""


Prólogo de Robe(rto) Iniesta, de Extremoduro, en el libro de Manolo Chinato "Amor, rebeldía, libertad y sangre"




Eta eskerrik asko zuri, nire lagun maitia, liburu berezi hau niri oparitzeagatik, ba, jakin badakizu denbora luzetan era guztietako liburuz inguraturik egon naizela, baina inoiz ere ez dut honelako altxorra irakurtzeko abadagunerik. Eta liburua maitagarria bada ere, Robe Iniestaren atarikoa koadroan sartzekoa da benetan.

Rober

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Re: Cuando las palabras parecen más bellas que el silencio
« Reply #62 on: April 05, 2009, 16:01:06 PM »
"No pierdas la luz y el brillo de mirar,  aún sabiendo que muchas cosas que vemos en el mundo oscurecen nuetsros ojos..."

Rober

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Re: Cuando las palabras parecen más bellas que el silencio
« Reply #63 on: April 05, 2009, 16:04:23 PM »
"El gesto más bello es sonreír,
El reto más grande es amar,
el regalo más apreciado es tu amistad
y mi mayor deseo es tu felicidad
".

Para mandar a alguien un buen deseo en un momento oportuno, por ejemplo.

Rober

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Re: Cuando las palabras parecen más bellas que el silencio
« Reply #64 on: May 18, 2009, 10:46:40 AM »
Fallece a los 88 años Mario Benedetti, el poeta del amor y el compromiso

Mario Benedetti fue un escritor que cultivó todos los géneros.

Durante el último año la salud del escritor uruguayo más internacional era un tanto delicada debido a una enfermedad crónica intestinal

Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, es autor de más de ochenta títulos, como 'La tregua', 'Andamios' o 'El amor, las mujeres y la vida'

Sus restos son velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo de Montevideo


El mundo de las letras ha amanecido de luto por la muerte de uno de los grandes, el escritor uruguayo Mario Benedetti, que falleció anoche (hora española) en su casa de Montevideo a la edad de 88 años tras una larga enfermedad intestinal crónica.
Los uruguayos rinden desde hoy su último homenaje a uno de los escritores más prolífico y versátil de Iberoamérica y velan sus restos en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo (Parlamento), por donde se espera que pasen miles de ciudadanos y de personalidades llegadas desde el exterior para despedirle. "Si Mario no dejó instrucciones en contrario, el martes 19, sus restos serán depositados en el Panteón Nacional", ha dicho el director de Cultura de la Intendencia de Montevideo y amigo personal de Benedetti, el también escritor Mauricio Rosencof.
Durante el último año la salud de Benedetti se había deteriorado considerablemente y fue ingresado en el Sanatorio Impasa de Montevideo hasta en cuatro ocasiones -la última tras recibir el alta el pasado 6 de mayo después de 12 días de hospitalización-. En 2008 el poeta ingresó tres veces en esa clínica privada, la primera de ellas, entre enero y febrero, tras sufrir una enterocolitis que le causó deshidratación; la segunda fue por problemas respiratorios y la última por una descompensación.
Una obra muy prolífica y variada
Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, Benedetti nació en Paso de los Toros (Uruguay) en 1920 y poseía una extensa obra con más de ochenta títulos, como El amor, las mujeres y la vida, La tregua o Andamios. Además, cantantes como Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Rosa León, Pedro Guerra y Nacha Guevara, entre otros, pusieron música a sus versos.
Su última obra publicada, el poemario Testigo de uno mismo, fue presentada en agosto del año pasado y casi como un legado final escribió: "Acontece la noche y estoy solo/ cargo conmigo mismo a duras penas/ al buen amor (el de su esposa) se lo llevó la muerte/ y no sé para quién seguir viviendo". Benedetti se casó en 1946 con su "compañera de la vida", como él le llamaba, Luz López Alegre, que murió en 2006 y a partir de entonces el escritor "ya no fue el mismo", según señalaron algunos de sus amigos. Benedetti estaba trabajando en un nuevo libro de poesía cuyo título provisional es Biografía para encontrarme.
Su trabajo mereció el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999 y, dos años después y tras superar una dolencia cardiaca, también recibió el premio iberoamericano José Martí y, en 2005, el Premio Internacional Menéndez Pelayo. Significado con la izquierda latinoamericana, Benedetti fue investigado como Doctor Honoris Causa por universidades españoles como la de Alicante o la de Valladolid.